Concepto de comunicación
Inicialmente, el concepto de comunicación
definía al "proceso por el cual se transmite una información entre un
emisor y un receptor".
Elementos
de la comunicación
Actualmente se han incluido otros elementos
que intervienen en el proceso de comunicación:
Emisor: Aquél que transmite la información (un
individuo, un grupo o una máquina).
Receptor: Aquél, que individual o colectivamente,
recibe la información. Se reconoce actualmente que el receptor puede ser una
máquina.
Código: Es el conjunto o sistema de signos que el
emisor utiliza para codificar el mensaje. Puede corresponder al idioma, o a
lenguaje de señas por ejemplo
Canal: Es el elemento físico por donde el emisor
transmite la información y que el receptor capta por sus sentidos corporales.
Se denomina canal tanto al medio natural (aire, luz) como al medio técnico
empleado (imprenta, radio, teléfono, televisión, internet, etc.) y se perciben
a través de los sentidos del receptor (oído, vista, tacto, olfato y gusto).
Mensaje: Consiste en la información que el emisor
transmite.
Contexto: Son las circunstancias temporales, espaciales
y socioculturales que rodean el hecho o acto comunicativo y que permiten
comprender el mensaje en su justa medida.
Esquema de la comunicación
Los elementos de la comunicación se relacionan
entre sí: Así, un emisor envía un mensaje a un receptor, a través de un canal y
de los signos de un código, y de acuerdo al contexto en que se sitúa ese acto
de comunicación.
¿Qué es la comunicación asertiva? La asertividad es
la actitud que tiene una persona al expresar su punto de vista de un modo claro
y de una forma totalmente respetuosa ante el interlocutor. La
comunicación es básicamente la forma en la que se transmite un mensaje entre un
emisor y un receptor, pero cuando hablamos de Comunicación Asertiva o
Asertividad, incluimos la actitud de esa comunicación, ya que es la forma en la
que una persona expresa sus opiniones desde el respeto hacia el otro, de una
forma clara y pausada. La Comunicación Asertiva se convierte entonces en una
herramienta que favorece la comunicación eficaz entre interlocutores. Al
ponerla en práctica estamos fomentando el respeto por uno mismo y respetamos a
los demás.
Las técnicas de
comunicación asertiva son herramientas que se pueden aplicar tanto en nuestra
vida profesional como personal. En este sentido, conocer qué características la
fundamentan y qué recursos podemos usar en nuestro favor, nos darán resultados
favorables en cada una de las interacciones que hagamos.
Entendiendo la importancia de la Comunicación
Asertiva con un ejemplo que ocurre con mucha frecuencia:
Dos amigos se ponen de acuerdo para ir juntos
a ver una película, y uno de ellos llega media hora tarde al cine sin avisar
previamente. En este caso pueden ocurrir tres situaciones posibles:
1. Existen personas que ante este tipo de
situación pueden actuar de un modo pasivo reprimiendo su malestar y recibiendo
al amigo como si no se hubieran sentido incómodas por una espera prolongada y
como si nada hubiera pasado.
2. En el lado opuesto de la balanza se
encuentra la posible actitud agresiva de aquel amigo que, cansado de esperar y
con su paciencia agotada, recibe a su amigo con reproches y un ataque de ira.
3. Por el contrario, también existe una
tercera actitud posible (la más saludable) que es la actitud asertiva. Una
persona asertiva, en este tipo de situación, podría expresar su punto de vista
de este modo: "Me siento molesto porque llegaste tarde y no me avisaste
previamente y siento que no te importa nuestra amistad". Es decir, se
trata de una frase en la que la persona justifica su modo de sentir a partir de
un hecho objetivo.
Una alternativa efectiva a la agresividad o
pasividad
¿Por qué es tan útil y constructiva la
comunicación asertiva frente a la agresividad o la pasividad? Porque es un tipo
de diálogo que potencia la empatía entre el emisor y el receptor, por tanto, se
produce un acercamiento en las posturas personales lo que fuerza a un
entendimiento mutuo.
Existen algunas palabras que son un claro
ejemplo de mensaje asertivo:
GRACIAS
LO
SIENTO
POR
FAVOR
Características de la Comunicación Asertiva
Estas son las seis
características fundamentales para tener una comunicación asertiva efectiva:
1. Mire a su
Interlocutor: Cuando miramos a nuestro interlocutor estamos mostrando interés
y, esta actitud aumenta sustancialmente la confianza y cercanía.
2. Mantenga una postura
corporal adecuada: Tener una postura corporal abierta demuestra interés y
sinceridad.
3. Controle los gestos al
hablar: Observar nuestros gestos y aprender a controlarlos, ya que los gestos
adecuados nos ayudan a dar énfasis a los mensajes que deseamos reforzar.
4. Module el nivel de
voz: Fijarnos en nuestros niveles de voz, ya que al adecuarla somos más
convincentes.
5. Calidad del tiempo de
escucha: Analizar cuánto tiempo escuchamos y cuánto tiempo somos escuchados
para aumentar la receptividad y el impacto.
6. Calidad del momento de
intervención: Identificar cuánto, cómo, cuándo y dónde intervenimos, además
observar la calidad de nuestras intervenciones en las conversaciones.
Las
7 C de la Asertividad
Comunicación Asertiva en el trabajo
La asertividad en la
comunicación es una de las habilidades deseables para cualquier trabajador, sobre
todo en las áreas comerciales y de atención al cliente, donde la comunicación
es el pilar fundamentar de la tarea laboral. Una de las muchas ventajas de la
comunicación asertiva en el trabajo es la creación de un clima propicio para la
representación de ideas, opiniones y respeto que mejorará las relaciones dentro
del contexto laboral.
La comunicación asertiva
es la forma más idónea para dirigirnos a un cliente, porque nos permite
expresar lo que queremos decir sin que la otra persona se sienta agredida.
Además, comunicar de forma asertiva nos ayuda para que el mensaje sea
comprendido con más facilidad y de forma más clara y precisa, sin que nadie
tenga que sentirse evaluado, o amenazado.
Es importante conocer la
información que vamos a dar y cómo darla. Una mala comunicación sobre
resultados, diagnóstico o tratamientos puede generar dudas en cuanto a la
profesionalidad con la que trabajamos y sesgaría el resto del proceso. De esta
forma, comunicar nuestro mensaje con claridad y seguridad respetando los
derechos del otro, genera una percepción de respeto y credibilidad ante las
indicaciones que vamos a dar al cliente con el que nos comuniquemos.
Que el cliente perciba
una buena autoestima en nuestro comportamiento cuando expresamos nuestras
opiniones es esencial para que se muestre cooperativo y que nos comunique sus
propios pensamientos, dudas u opiniones.
Comunicación asertiva en la conducta no verbal
Es importante acotar, que
la conducta no verbal que adoptemos va a influir mucho en la forma en la que el
cliente va a recibir la información. Para ello, es muy importante mantener el
contacto visual directo con el cliente, tener una postura erguida y no
mostrarnos tensos. Mostrar seguridad con nuestro cuerpo a la vez que damos el
mensaje y no parecer agresivos facilitará que consigamos que el cliente nos dé
toda su atención y acepte la información.
Comunicación asertiva en la conducta verbal
Para que nuestra
comunicación verbal sea coherente con nuestra comunicación no verbal es
importante analizar las siguientes recomendaciones:
1. Cuando estemos en una
conversación evitar cruzar los brazos, procurar estar en una posición de
apertura.
2. No interpretar los
gestos o movimientos de nuestro interlocutor, es preferible que indaguemos
antes de suponer.
3. Observar nuestro tono
de voz; si este es coherente con el mensaje.
4. Mantener el contacto
visual de una manera muy sutil, mientras escuchamos y mientras hablamos, esto
denota interés y fortalece las relaciones, ya que demuestra empatía.
Comunicación asertiva en la conducta paraverbal
Entre las características
de las conductas paraverbales recomendables que se deben usar en nuestro
mensaje son; un tono de voz calmada y constante, respetar los silencios y tener
un ritmo constante durante todo el proceso. Una de las cosas que puede señalar
falta de seguridad e incluso nerviosismo es no respetar los silencios que
durante la comunicación deben aparecer. No dejar de hablar, mostrarnos
incómodos si hay un silencio, y ejecutar con rapidez, hará que el cliente pueda
dudar de la realidad que le intentamos mostrar.
Técnicas
de Comunicación Asertiva
A continuación presento 7
técnicas de comunicación asertiva, explicando en qué consiste cada una de
ellas. Se incluyen ejemplos con diálogos de comunicación asertiva de
situaciones concretas.
1. Técnica del disco rayado
Esta técnica, como su
nombre indica, hace referencia a un disco rayado en el siempre suena lo mismo. La
técnica del disco rayado consiste en repetir varias veces una afirmación sin
modificar ni nuestro tono, ni el ritmo ni el volumen, y sin intención de entrar
en ninguna confrontación. La pieza clave es la repetición del discurso
condensado en una frase no excesivamente larga, que se repite sin admitir
variación alguna, pase lo que pase, y diga lo que diga el otro interlocutor.
Nada de lo referido en el
punto anterior será útil, si no se complementa con el uso de un lenguaje no
verbal adecuado. Necesitas transmitir firmeza, seguridad y tranquilidad con tus
gestos, postura corporal, expresión facial, tono de voz, mirada, etc. El otro
no ha de sentirse ofendido ni menospreciado. La idea es que lo escuches, pero
le expreses una fuerte convicción en tu argumento a la vez que te mantienes
sereno, sin ninguna actitud hostil. Intenta que tu expresión sea lo más neutra
posible, ni excesivamente cálida ni hostil. Esto quizá es lo que te resulte más
complicado, pues requiere de paciencia y tolerancia a la frustración, ya que la
insistencia del otro puede ir activándote.
Se recomienda que esta
técnica sea empleada en relaciones interpersonales en las que no se mantenga
una implicación emocional significativa, puedes resultarle demasiado frío o
distante, y esto puede ser interpretado por el otro porque interpretando tu
comunicación como agresiva y poco empática con sus necesidades.
Ejemplo:
– Usted no me está
escuchando.
– Sí señor le escucho,
pero justo en este momento, estoy comprobando sus datos.
– No, usted no me presta
atención
– Le repito que si le
estoy escuchando, sólo estoy comprobando la información que me ha dado en este
momento.
2. Técnica del banco de niebla
La técnica del banco de
niebla consiste en otorgarle al cliente la razón pero no dejando lugar a
continuar con la discusión, y sin embargo dejando la decisión de actuar en
nuestras manos. Sirve para disminuir la urgencia de una actuación por nuestra
parte, enfrentando la situación de un contrario que intenta manipularnos. Deja
un mensaje del estilo: “Recibido, ya veré qué hago al respecto.”
La técnica del banco de
niebla es muy eficaz cuando nos insultan o critican. Es como si las palabras
entraran en una nube que te protege y no resuenan en tu interior haciéndote
sentir mal o culpable. Se reconoce que puede ser verdad o probable lo que el
otro dice, sin negarlo, sin contraatacar, pero sin ceder a sus presiones. Con
esta técnica le das de cierta forma la razón a la otra persona y parece que
aparentemente está cediendo. Se trata de ceder cierto terreno, asumiendo que se
está de acuerdo en ciertos aspectos y manteniendo la oposición en aquellos que
no lo estás, sin llegar a generar un conflicto con la otra persona. Con el
beneficio de la duda y sin contraatacar ni contradecir, estaremos evitando que
la otra persona se sienta en la necesidad de luchar por mantener su punto de
vista, su razón, su verdad, la persona se va a calmar.
Debe utilizarse un tono
de voz sereno y reflexivo
Se dan razones pero no
justificaciones
Se reconoce que los demás
tienen sus opiniones propias aunque no nos gusten
Se refleja lo que nos
dice la otra persona, utilizando nuestras propias palabras
Hay que conseguir que la
conversación no se desvíe
En este caso, hay que
tener cierto cuidado al usar esta técnica ya que el cliente puede llegar a
sentir que no queremos ayudarlo.
Ejemplo:
– Usted no me ha
solucionado el problema.
– Puede que tenga razón.
– ¡Claro que tengo razón!
– Es posible.
– ¡Claro que es posible!
– Ya, no se lo voy a
negar.
3. Técnica para el cambio
Consiste en desplazar el
foco de discusión hacia el análisis de lo que está ocurriendo entre las dos
personas dejando aparte el tema que aparentemente provocó la discusión. Es como
si nos saliéramos del contenido de lo que estamos hablando y nos viéramos
“desde fuera”. Es muy útil cuando la otra persona está eludiendo el tema y está
hablando de algo que nada tiene que ver de lo que se comenzó hablando, o cuando
en medio de una discusión empiezan a sacarse asuntos y errores del pasado que
no vienen al caso. Para ello debemos darnos cuenta del giro que está dando la
conversación y ser capaces de reconducirla con frases como “creo que nos
estamos desviando de la cuestión, ¿por qué no nos centramos en el problema que
tenemos ahora?”
Ejemplo:
– Usted no me prestó atención
a lo que te acabo de decir.
– No le he escuchado con
claridad porque estaba comprobando la información que me dio.
– Eso es mentira. Le recuerdo que tengo prisa
– Mire, con calma podemos
solucionar esto, pero se requiere de un tiempo para poder hacerlo por lo que pido
a usted continuar esta discusión en otro momento. ¿Le parece bien?
4. Técnica del acuerdo asertivo
Consiste en responder a
una crítica, admitiendo que has cometido un error (si es el caso), pero
separándolo claramente del hecho de que seas una mala o buena persona. Es útil
en situaciones en las que reconocemos que la otra persona tiene razón al estar
enojado, pero no admitimos la forma en la que nos lo dijo. En este caso se
intenta llegar a un acuerdo donde se confirma lo que se pueda considerar como
error, pero dando como fundamento que en general, no es lo habitual. La técnica
logra “apaciguar” al interlocutor al admitir el error (si realmente se ha cometido
¿por qué no admitirlo?). Si aplicamos varias veces esta respuesta con personas
que tienden a generalizar, podremos evitar el ser etiquetados en el futuro. No
hay cosa más difícil que quitar una etiqueta que alguien nos haya puesto.
Ejemplo:
– Cuantas veces lo tengo
que repetir.
– Usted tiene razón al
decir que le hemos pedido estos datos en varias ocasiones, pero le pido
entienda que tengo que comprobar los datos para saber si la información está
bien.
5. Técnica de la pregunta asertiva
Consiste en responder
para pedir más información, sin cuestionar lo que nos han dicho, ya sea una
crítica hacia nosotros, hacia una situación que nos cuesta creer o comprender,
o cuando nos están expresando emociones, o situaciones con las que no estamos
de acuerdo. En lugar de negar, defendernos, contraatacar, juzgar, justificar o
intentar que nos den la razón, utilizamos la Pregunta Asertiva para poder abrir
un espacio de diálogo, dejando claro que sea lo que sea lo que nos responda,
hemos preguntado para comprender, para poder ponernos en su lugar, para
entender verdadera y sinceramente porqué nos está diciendo lo que nos está
diciendo. Es contestar a nuestro receptor con una pregunta que pone en positivo
lo que se está discutiendo dando además al cliente la oportunidad de afrontar
en el mismo sentido la crítica o dificultad que nos haya planteado.
¿Cómo se lleva a cabo la
técnica de la pregunta asertiva?
Ignora la intencionalidad
de quien nos lanza la crítica. No vamos a creer que la intención del otro al
criticarnos es mala o buena porque nuestra respuesta puede ser agresiva.
No nos centraremos en el
tono, ni en las formas tan solo en lo que dice sin hacer interpretaciones
arriesgadas.
Preguntar qué hay de malo
en la crítica y cómo puedo mejorar
Hemos de lanzar preguntas
sobre qué hay de malo en lo que hemos dicho y/o hecho para que la persona que
nos critica nos argumente en profundidad el motivo de su crítica. Es la mejor
estrategia para manejar la crítica. Por ejemplo:
¿A qué se refiere usted
con eso de que conmigo no se puede hablar?
¿Qué es lo que no le
gusta concretamente?
¿Qué fue lo que le
molestó tanto de mí?
¿Qué puedo hacer para que
la próxima vez no se repita?
¿Cómo puedo mejorar?
¿Cómo quiere usted que yo
cambie para que no vuelva a ocurrir?
Si la crítica es
manipulativa y destructiva ante preguntas de este tipo la persona se queda sin
argumentación, si por el contrario es constructiva el otro aportará información
clarificando lo que quiere decir.
Ni nos defendemos ni
respondemos con agresividad a la crítica. Si respondo a la crítica sin obtener
más información puede ser que nos estemos precipitando, y convertirse en un
intercambio de críticas destructivas que no llevan a ningún sitio.
No aceptamos marcos
morales de nadie. Tampoco aceptamos que somos buenas o malas personas, no tiene
nada que ver con ello. Puede que lo que se haya hecho o dicho en un momento
dado, haya sentado mal pero eso no nos convierte en malvados.
Averiguar que ha sido lo
que ha molestado e intentar mejorar para que no vuelva a ocurrir, es el
objetivo del uso de esta técnica. Si la valoración que hacemos es cuestión de
que uno es buena o mala persona, la tarea se complica.
De igual manera que la
técnica de la pregunta asertiva ayuda a saber si la crítica, que nos lanza el
otro, es destructiva o constructiva, también ha de prestarse atención cuando la
crítica sea lanzada por uno mismo, asumiendo que el otro también tiene derecho
a ser asertivo y a preguntar sobre a lo que nos estamos refiriendo
Ejemplo:
– Al final no me ha
servido de nada.
– ¿Qué cree que podríamos
hacer para que esto no volviera a ocurrir?
6. Técnica de ignorar
Esta técnica se suele
usar cuando en la llamada, el cliente, se muestra muy alterado o enfadado y es
complicado mantener una conversación constructiva. La técnica de ignorar, es
aplicable a las ocasiones en las que la otra persona se encuentra visiblemente
irritada, nerviosa, irracional, cuando la crítica puede dar paso al insulto,
sin que tengamos oportunidad de defendernos. O cuando al intentar defendernos de
la situación creemos que empeorará visiblemente. Se trata de ignorar la razón
por la que el usuario parece estar enfadado y aplazar la discusión hasta que
éste se haya calmado. Es importante transmitir que no es una desconsideración
el ignorar el tema de discusión.
La clave está en hablar
con decisión, con voz firme y segura. Un tono despectivo o brusco solo
suscitaría mayor agresividad en el otro, ya de por sí enfadado, porque lo
interpretaría como una provocación. Lo mejor es adoptar un tono especialmente
amable y comprensivo, respetuoso con el enfado de la persona. En estos momentos
tenemos que ser los más empáticos posibles para no despertar ninguna impresión
de agresión.
Ejemplo:
– ¡Estoy harto de que no
me solucionen el problema!
– Disculpe usted, pero
por su actitud veo que está de muy mal humor, y por lo tanto creo conveniente
aplazar esta conversación hasta que usted se calme.
7. Técnica del aplazamiento asertivo
Esta técnica la usamos
cuando no somos capaces en ese momento de dar una solución o respuesta adecuada
a la reclamación que nos hace el cliente. Se puede compaginar con la técnica
del banco de niebla, si el cliente insiste mucho. Aplace la respuesta a la
afirmación que intenta desafiarle hasta que se sienta tranquilo y capaz de
responder a ella apropiadamente. Se trata de una técnica muy útil cuando no se
sabe qué responder en ese mismo instante, cuando percibimos que no se sabe dar
una respuesta efectiva y clara inmediata. El que tu aplaces la contestación es
una postura personal tuya, tan válida como cualquier otra, y los demás deben de
respetarlo. Si la otra persona no se da por vencida, usted tiene que hacer lo
mismo insistiendo en su posición.
Ejemplo:
– Usted nunca me
soluciona ningún problema.
– No es la primera vez
que me hace esta afirmación y como sabe ya hemos hablado en otras ocasiones de
este mismo tema. Le propongo aplazarlo porque en este preciso momento estoy a
la espera; pendiente de su reclamación.
Práctica de las estrategias asertivas.
Para adquirir los hábitos
y estrategias de respuesta asertiva deberás seguir los siguientes pasos:
Describe clara y
concretamente los comportamientos que necesitas mejorar, por ejemplo:
"Decirle a X. que no quiero acompañarlo". Haz una lista con todas las
situaciones en las que necesitas ser más asertivo
Valora en una escala
imaginaria que va del 0 al 10 el grado de dificultad que te supone afrontar
asertivamente esas situaciones que has descrito en tu lista. Ordena tu lista
desde la situación de menor dificultad a la de mayor.
Escoge y empieza por la
de menor dificultad y escribe las respuestas asertivas que te gustaría
practicar en esta situación. Si no se te ocurre ninguna imagínate a una persona
asertiva ante la misma situación, ¿Qué diría?, ¿Cómo se comportaría? Si aún no
se te ocurre nada consulta directamente con alguna persona que tenga buenas
dotes asertivas.
Ensaya estas respuestas
asertivas de viva voz tu solo, ante una grabadora, videograbadora o ante una
persona de confianza que te pueda apoyar. También puede realizar el ensayo de
manera imaginaria (ver ejercicio de cambio emocional de nuestras vivencias).
Practica en la realidad
la situación elegida. Cuantas más veces la puedas repetir, más adiestramiento
asertivo estarás alcanzando. Cuando te sientas seguro en esta situación pasa a
practicar la siguiente en tu lista de situaciones.
Conductas que ayudan a la comunicación activa y empática
Escuchar de forma activa,
implica captar la totalidad del mensaje de nuestro interlocutor e interpretarlo
desde el punto de vista de este, es decir, ponernos en su lugar. Esto no quiere
decir que tengamos que estar de acuerdo o compartir su opinión. Así, la
Asertividad, como habilidad comunicativa, facilita el saber decir “no” a
nuestro interlocutor ante los mensajes en lo que no estemos de acuerdo sin
crear un conflicto.
Respuestas mínimas
Basta una palabra para
mostrar al interlocutor que se tiene interés en la conversación y nos gustaría
que continuase.
Así, expresiones como
“Mmm…, Sí”, se denominan respuestas mínimas y deben ser utilizadas con
frecuencia, sobre todo en aquellas personas que se expresan poco.
Reflejo de los sentimientos
Para indicar interés y
atención resulta imprescindible reflejar los sentimientos que ha expresado la
persona. A veces, las personas describen solamente acciones y a través de ellas
debemos identificar sentimientos para reformular el diálogo.
Ejemplo: “Me siento
cansado, es la tercera vez que llamo”, en vez de prestar atención al hecho de
la dificultad del contacto que se describe en sus palabras, hay que responder
con palabras que indiquen la comprensión de sentimientos: “Por lo que me dice,
se encuentra usted disgustado”.
Solicitud de aclaraciones
Pedir aclaraciones, ayuda
a identificar y comprender el significado de las palabras, a la vez que indica
al interlocutor que se está tratando de comprender su punto de vista.
Repetición de palabras o frases claves
En ocasiones también es
útil repetir palabras o frases claves que ha utilizado la persona, en
particular si ha expresado varias cuestiones a la vez, siendo útil captar la
frase clave, lo que ayuda a conservar la conversación sobre los asuntos que
preocupan al cliente.
Ejemplo: “No quiero
cambiar, al final esto tarda mucho y en estos momentos necesito tiempo y no
puedo entretenerme con estas cosas, que al final sale caro”.
En este caso sería útil
captar la frase clave “necesito tiempo” que nos facilita información sobre la
necesidad real del cliente y su mayor preocupación.
Preguntas o afirmaciones con respuesta abierta
Lo que propicia la
oportunidad de continuar la conversación. Si se desea obtener más información
sobre un tema específico suele ser útil repetir la frase clave dándole a la
persona oportunidad para comentar más.
Así, en el ejemplo
anterior se podría decir “Dice que su problema es que no tiene tiempo”
(repitiendo la frase clave).
También resulta útil un
comentario o una pregunta abierta “me iba a decir que…” o “¿le gustaría
comentarme algo más sobre ello?”.
Análisis de soluciones
En ocasiones, es adecuado
ayudar al análisis de posibilidades respecto a la solución de los problemas
identificados, dándose cuenta de algunos factores de la situación que no han
sido mencionados, incluyéndolos en sus comentarios o preguntas pero teniendo
cuidado de no opinar sobre lo que debe hacer. Se trata de ayudarlo a considerar
los factores y posibilidades diversas que no se hayan tenido en cuenta.
La comunicación asertiva
nos permite poder entablar una conversación desde un punto de vista
colaborativo, donde el cliente no se siente un simple receptor de información,
sino que también tiene opinión, y esta es respetada.
Representaciones dramatizadas
Énfasis: Asertividad.
Para estudiar más a fondo
la Asertividad podemos realizar escenas dramatizadas mediante improvisaciones.
Planteamos el escenario
de algunos problemas como los siguientes:
Me encuentro con alguien
a quien no quiero saludar.
Me encuentro con alguien
que no me quiere saludar.
Alguien se colea en la
fila para comprar harina.
El jefe me obliga a hacer
un trabajo que no me corresponde.
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