lunes, 19 de mayo de 2014

JUEGOS DE LA INFANCIA PARTE 3: LAS NIÑAS Y SUS JUEGOS


En este blog ya hemos hablado de los Juegos de la infancia. En esta oportunidad quiero referirme a los juegos de las muchachas. Siempre me llamó la atención el mundo lúdico de las muchachas. Aquellos interminables cantos mezclados con danza, gimnasia y coordinación motora que nuestras amigas hacían a la hora del recreo.

Había uno en especial que me mortificaba: Aquel juego de la gallina etica peletica pelempempetica pelada peluda pelempempuda que se casó con un gallo etico peletico pelempempetico pelado peludo pelempempudo y tuvo un pollito etico peletico pelempempetico pelado peludo pelempempudo, y una pollita etica peletica pelempempetica pelada peluda pelempempuda, y vivían en una casa etica peletica pelempempetica pelada peluda pelempempuda ... y así enumeraban infinidad de cosas hasta que alguna se equivocaba en el orden en que se daban las palmadas: mano derecha de la una con mano izquierda de la otra, mano izquierda de la una con mano derecha de la otra, las dos manos, palmada al pecho, palmada a las piernas, palmada a la cabeza y vuelta a empezar....


Saltar la cuerda es uno de los juegos tradicionales más difundidos en Venezuela. Se puede jugar individual o colectivamente. En su forma colectiva, dos niñas, una a cada extremo de la cuerda, hacen girar ésta mientras una tercera la salta. También hay una niña saltando, entra otra a saltar y pierde quien pise la cuerda, intercambiando su lugar con alguna de las niñas que la hacen girar. Saltando la cuerda también decían rimas.
Otro juego era la ronda. Este juego consiste en la formación de un círculo en el que las niñas se agarran de las manos y cantan algunas canciones típicas de esta actividad. Son populares arroz con leche y la víbora de la mar. "Arroz con leche, me quiero casar, con una señorita de la capital, que sepa coser, que sepa bordar, que ponga la mesa en su santo lugar. Contigo sí. Contigo no, con esta señorita me casaré yo. Otar rima era aquella de: "A la víbora de la mar, de la mar, por aquí pueden pasar. Los de adelante corren mucho, y los de atrás se quedarán se quedarán..."
Había una ronda que hacían a los dedos de las manos y que decía: ¿tienes lápiz lapicero? ¿tienes tinta en el tintero? ¿tienes novio que te quiera? ¿como se llama? Fulano... si fulano te quiere te sonará este dedo y... tracatá que le hacían crujir el nudillo del dedo que le tocaba.

La verdad verdadera en estos juegos algunos de nosotros queríamos participar. Y esto lo digo porque eramos muchos los que tal vez dominados por las hormonas, nos encantaba eso de jugar con las niñas (y no me refiero a juegos precoces como Papá y Mamá y el doctor). Porque a fin de cuentas, formaba parte de nuestros primeros intentos de cortejar a las chicas...